jueves, 16 de enero de 2014

La Novia

En esta ocasión, Juan Ramón nos cuenta que un día iban por un camino cuando de pronto Platero dilató las narices, enseñando sus dientes amarillos, respiraba hondamente un raro olor.
Su dueño lo comprendió todo; Platero se había enamorado. En una colina cercana, una burrita preciosa, su novia. El burrito enamorado quería ir con su amada, pero Juan Ramón no le dejó. El asno enfadado trotó y sus pasos sonaban como si dijeran: 
- Parece mentira, parece mentira... -   


No hay comentarios:

Publicar un comentario